¿Es tóxico el polietileno? La verdad sobre este plástico común

El polietileno es uno de los plásticos que más se producen en el mundo. Por sus propiedades versátiles y su bajo coste, el polietileno se encuentra en todo tipo de materiales, desde bolsas de plástico y envases alimentarios hasta chalecos antibalas y dispositivos médicos.

Pero cada vez hay más dudas sobre la seguridad de este plástico omnipresente. ¿Es tóxico el polietileno?

En esta guía detallada, como profesional Moldeo por inyección de EPI fabricante, descubriré la verdad sobre la toxicidad del polietileno. Usted aprenderá:

  • De qué está hecho el polietileno
  • Cómo se produce la exposición
  • Efectos sobre la salud humana
  • Efectos en el medio ambiente
  • Toxicidad del polietileno en comparación con otros plásticos

Al final, sabrá si este plástico común es seguro o plantea peligros ocultos.

¿es tóxico el polietileno?

¿De qué está hecho el polietileno?

Empecemos por lo básico.

Polietileno se fabrica a partir del gas etileno (ethene). Los fabricantes exponen el etileno a altas presiones, lo que permite que las moléculas se unan formando largas cadenas llamadas polímeros.

La longitud de estas cadenas moleculares determina la densidad y las propiedades del polietileno:

  • Polietileno de baja densidad (LDPE) - Plástico flexible utilizado en bolsas de plástico y envoltorios alimentarios
  • Polietileno de alta densidad (HDPE) - Plástico más duro ideal para recipientes de leche, tuberías y juguetes

El polietileno en sí sólo contiene carbono e hidrógeno. Así que, técnicamente, el polietileno puro no es tóxico de por sí.

El problema radica en los productos químicos y aditivos utilizados durante la fabricación:

Contaminantes de fabricación

Varias sustancias químicas preocupantes pueden contaminar el polietileno durante la producción:

  • 1,4-Dioxano - Clasificado como posible carcinógeno humano por la EPA
  • Hexanos - Disolventes neurotóxicos que pueden dañar los nervios
  • BPA y ftalatos - Sustancias químicas que alteran las hormonas
  • Antioxidantes - Se utiliza para prolongar la vida útil de los plásticos, pero puede lixiviarse con el tiempo

Es probable que queden trazas de estas sustancias químicas en algunos productos de polietileno. Y ahí radica el problema de la toxicidad.

¿Cómo se produce la exposición al polietileno?

Hay tres formas principales de exposición a las sustancias químicas del polietileno:

1. La lixiviación en alimentos y bebidas

Cuando se exponen al calor o a la luz ultravioleta, los aditivos de los envases y embalajes de plástico pueden filtrarse. Estas sustancias químicas pasan a los alimentos, sobre todo a los grasos y ácidos.

Así pues, aunque los recipientes de polietileno fríos puedan parecer inertes, el riesgo de exposición aumenta cuando se calientan, se meten en el microondas o se utilizan a largo plazo.

2. Contaminación ambiental

A medida que los productos de polietileno se descomponen en el exterior, con el tiempo se liberan aditivos. Estas sustancias químicas llegan a los cursos de agua y al suelo, acumulándose en la cadena alimentaria.

Los microplásticos de polietileno degradado también son preocupantes. Cuando los animales los ingieren, las toxinas del plástico pueden bioacumularse en los tejidos.

3. Exposición profesional

Los trabajadores de las instalaciones de fabricación de plásticos están expuestos a la inhalación de humos, polvos y emisiones de plásticos. Esto les expone al mayor riesgo de sufrir efectos adversos para la salud.

Ahora que sabemos cómo se produce la exposición, veamos los efectos del polietileno en la salud humana.

Efectos sobre la salud de la toxicidad del polietileno

En general, se considera que el polietileno puro no es tóxico para el ser humano. Pero las impurezas introducidas durante la fabricación pueden causar problemas de salud:

1. Efectos hormonales

Como ya se ha mencionado, sustancias químicas como el BPA y los ftalatos son contaminantes habituales. Ambos actúan como disruptores hormonales relacionados con daños reproductivos.

Estudios con animales demuestran que estos "plastificantes" provocan defectos genitales, infertilidad e incluso cáncer. Al imitar al estrógeno, alteran procesos hormonales críticos.

En humanos, un estudio detectó un metabolito de ftalato en más de 97% de muestras de orina. Los investigadores relacionaron los niveles más altos con la disminución de la calidad del esperma y la alteración de los niveles hormonales.

2. Problemas de desarrollo

Los bebés prenatales y los niños pequeños son los más vulnerables a toxinas como los ftalatos. ¿Por qué? Sus sistemas vitales aún están en desarrollo. Los estudios relacionan la exposición infantil a los contaminantes del polietileno con problemas como:

  • Desarrollo cerebral deficiente
  • Trastornos del comportamiento
  • Defectos cardíacos
  • Anomalías genitales

Los efectos dependen del momento y la dosis de exposición. Pero incluso dosis minúsculas durante periodos críticos pueden desencadenar daños permanentes.

3. Riesgo de cáncer

La preocupación por el cáncer se centra principalmente en la contaminación por 1,4-dioxano. Aunque hay muchos factores en juego, los estudios ocupacionales relacionan la exposición de los trabajadores de la fabricación de plásticos con elevadas tasas de cáncer:

  • 20-50% superior mortalidad por cáncer de colon
  • 70% superior mortalidad por cáncer de hígado
  • Cánceres de pulmón y vejiga 2-10 veces más común

Sin embargo, las cantidades presentes en los productos de consumo están muy por debajo de los niveles considerados cancerígenos. Por tanto, el riesgo de cáncer para el público en general parece bajo.

4. Efectos irritantes

Cuando se calienta, el polietileno puede liberar humos y vapores acres. En los trabajadores del plástico, esta exposición a los vapores suele provocar:

  • Congestión sinusal
  • Tos
  • Falta de aliento
  • Crisis asmáticas
  • Irritación de ojos, nariz y garganta

La exposición de la piel al polvo de polietileno también puede causar erupciones leves. Pero las alergias de contacto son menos frecuentes con el polietileno que con muchos otros plásticos.

¿Es el polietileno un disruptor endocrino?

Sí, determinadas sustancias químicas utilizadas en la producción de polietileno pueden actuar como disruptores endocrinos:

BPA imita al estrógeno una vez liberado de los recipientes. En el laboratorio, cantidades ínfimas desencadenan disfunciones endocrinas y un desarrollo reproductivo anormal.

Ftalatos también muestran efectos estrogénicos preocupantes. Los estudios relacionan los niveles típicos de exposición en interiores con alteraciones de las hormonas tiroideas y problemas reproductivos.

Así pues, aunque el polietileno puro carece de actividad estrogénica inherente, los contaminantes introducen un potencial de alteración endocrina.

Efectos del polietileno en el medio ambiente

A continuación, hablemos de la ecotoxicidad del polietileno: cómo afectan estos plásticos a los ecosistemas una vez liberados al exterior.

1. Enredo y digestión de la fauna salvaje

La basura plástica supone una doble amenaza para los animales salvajes: el enredo y la ingestión. Los animales quedan atrapados fácilmente en bolsas y envases de polietileno a la deriva. Y los trozos de plástico brillante se convierten en presas irresistibles.

Ambas situaciones pueden provocar lesiones, inanición y muerte. Más de 260 especies son víctimas, desde el diminuto zooplancton hasta las ballenas jorobadas. El plástico mata hasta un millón de aves marinas al año al asfixiarlas u obstruir su digestión.

Y en entornos contaminados, los animales que ingieren "microplásticos" pueden consumir también toxinas concentradas absorbidas por el plástico.

2. Lixiviación de aditivos en el suelo y los cursos de agua

La luz ultravioleta acelera la descomposición del plástico al aire libre. Este proceso libera sustancias químicas aditivas durante décadas o siglos mientras la basura permanece intacta.

Toxinas como el bisfenol A y los pesticidas llegan así a los ecosistemas acuáticos. Aquí actúan como contaminantes del agua, afectando a los organismos y a la calidad del agua.

Algunas sustancias químicas lixiviadas también se adsorben en las superficies de los microplásticos. Esto transporta las toxinas concentradas a las playas y el suelo. A medida que los animales más pequeños ingieren estos microplásticos, las sustancias químicas se acumulan en la cadena alimentaria.

Así, aunque la biodegradación completa tarda años, el polietileno sigue representando una amenaza ecotoxicológica por lixiviación e ingestión de microplásticos.

3. Acumulación de basura de plástico en el exterior

Una última consideración es la tenaz resistencia del polietileno a la descomposición. La mayoría de los plásticos siguen siendo reconocibles incluso después de 50 años a la intemperie.

En lugar de biodegradarse, la basura de polietileno se fotodegrada. Esto deja pequeños trozos de plástico revoloteando por los ecosistemas durante décadas o más.

En el exterior, la basura plástica se concentra en gigantescos parches de basura oceánica y en playas de todo el mundo. Estas monstruosidades dañan el hábitat natural y filtran toxinas a medida que las partículas se descomponen lentamente.

Polietileno frente a otros plásticos: ¿Cuál es más seguro?

¿Cuál es la toxicidad del polietileno en comparación con otros plásticos comunes?

He aquí un rápido desglose de la seguridad:

Polipropileno - Perfil de toxicidad similar al polietileno con bajo potencial de lixiviación. Evitar el calentamiento.

Poliestireno - Evite el contacto con alimentos calientes, ya que el estireno puede filtrarse. Mayor riesgo de ingestión si los productos se rompen en trozos pequeños.

PVC - Contiene ftalatos y puede filtrar disruptores hormonales. El calentamiento libera cloro. Mejor evitarlo.

Así pues, aunque ningún plástico es 100% inocuo, el polietileno y el polipropileno se perfilan como las opciones "más seguras" entre los plásticos de consumo habitual.

Comparado específicamente con los productos de PVC, el polietileno tiene menos probabilidades de lixiviar aditivos tóxicos con la exposición al calor. También evita subproductos como el ácido clorhídrico que se libera cuando el PVC entra en combustión.

¿Es seguro el polietileno para microondas?

¿Se puede utilizar el polietileno en el microondas de forma segura? Técnicamente, ningún plástico es 100% seguro en el microondas para un uso prolongado.

Calentar cualquier plástico permite una mayor migración de sustancias químicas a los alimentos y bebidas. Así que no se recomienda calentar repetidamente en el microondas recipientes de polietileno.

Sin embargo, utilizar plásticos de polietileno para recalentar rápidamente las sobras parece de bajo riesgo. Sólo hay que evitar calentar en el microondas alimentos grasos o ácidos durante mucho tiempo.

Si va a utilizar plásticos en el microondas, el polipropileno se considera el más seguro gracias a su alta tolerancia al calor. el número 5 de los envases de plástico PP para alimentos es su mejor opción.

Para uso frecuente en microondas, opte por recipientes de vidrio o cerámica para evitar la lixiviación de plastificantes.

Cómo reducir la exposición a las toxinas del polietileno

Aunque no podemos evitar por completo la exposición al polietileno dada su ubicuidad, varios pequeños cambios ayudan a limitar los riesgos para la salud:

Evite recalentar alimentos en recipientes de plástico - Utiliza vidrio o cerámica

No utilice plásticos en el microondas

Lavarse las manos después de manipular recibos impresos en papel térmico (recubierto de BPA)

Dejar enfriar los líquidos calientes antes de verter en vasos de polietileno

No reutilices los plásticos de un solo uso - El uso repetido acelera la lixiviación química

Eliminar correctamente los plásticos usados - O reciclar los números aceptados cuando sea posible

Elija productos sin perfume - Las fragancias suelen contener ftalatos

Utiliza vidrio, acero inoxidable, o hierro fundido esmaltado para almacenar alimentos

Omitir el manejo de recibos de caja o solicite papel sin BPA

Lavar todos los plásticos antes de usarlos - Especialmente los contenedores nuevos

Bolsas de comida fabricados con lámina frente a película de plástico

Si eres consciente del uso que haces del plástico, puedes limitar los riesgos para tu salud y la del medio ambiente.

Conclusión: ¿Es tóxico el polietileno?

Entonces, ¿es tóxico el polietileno?

Aunque el polietileno puro en sí parece neutral, los contaminantes químicos introducidos durante la fabricación plantean problemas de toxicidad.

Los más preocupantes son los disruptores endocrinos como el BPA y los ftalatos que se encuentran en muchos productos de plástico. La exposición crónica a dosis bajas plantea riesgos reproductivos, de desarrollo y de cáncer a lo largo de la vida.

Calentar y calentar en microondas el polietileno probablemente también permita una mayor lixiviación química. Así que lo más inteligente es evitar poner los envases de polietileno en ambientes calientes.

En el exterior, la basura plástica amenaza a la fauna por ingestión y enredo. Y a medida que el polietileno se descompone durante eones, los aditivos llegan al suelo y a los sistemas acuáticos.

Entre los plásticos comunes, el polietileno y el polipropileno figuran como alternativas menos tóxicas, sobre todo si se usan poco tiempo y en frío. Pero plásticos "más seguros" no es decir mucho.

El vidrio, el acero inoxidable y la cerámica son los envases alimentarios más seguros. Y siempre que sea posible, lo más sensato es evitar por completo los envases y productos de plástico.

Aunque ahora parece imposible un mundo sin plástico, el objetivo debería ser reducir nuestra dependencia de los artículos desechables de polietileno. Nuestra salud y nuestro medio ambiente dependen de ello.

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